miércoles, 30 de marzo de 2016

Licor.


"Es como matarte a ti mismo
y después renacer." Charles Bukowski.


El licor, el veneno de las segundas oportunidades,
el medicamento con más efectos secundarios,
ese amigo que no me reprocha en las miles de desdichas,
quien me ayuda en mis batallas
y en las guerras que pierdo.
A ti, quien me obliga a conocerme
y  a perderme un poco más,
ese perro faldero
que se mea mis pies marcando territorio;
ese viejo cuaderno
con más historias que poesías,
esa bella chica
que me enseña sus piernas sin pedirme que la escuche;
tú me recuerdas  que estoy vivo
cuando los miedos quieren volarme los sesos.


El licor, la manta que me calienta
cuando el frío recuerdo me congela las ganas;
porque eres ese punto para las sinceras promesas
y los nuevos días;
porque sin ti,
comenzar de nuevo sería un protocolo incompleto
y sin sentido;
es que tu escudriñas las heridas
y las haces doler y nos haces adaptar;
quien se destruye si nos destruimos
y al siguiente día susurra al oído que la vida sigue;
brindemos contigo, brindemos por ti,
que aún nos espera un largo camino.

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