miércoles, 30 de marzo de 2016

Licor.


"Es como matarte a ti mismo
y después renacer." Charles Bukowski.


El licor, el veneno de las segundas oportunidades,
el medicamento con más efectos secundarios,
ese amigo que no me reprocha en las miles de desdichas,
quien me ayuda en mis batallas
y en las guerras que pierdo.
A ti, quien me obliga a conocerme
y  a perderme un poco más,
ese perro faldero
que se mea mis pies marcando territorio;
ese viejo cuaderno
con más historias que poesías,
esa bella chica
que me enseña sus piernas sin pedirme que la escuche;
tú me recuerdas  que estoy vivo
cuando los miedos quieren volarme los sesos.


El licor, la manta que me calienta
cuando el frío recuerdo me congela las ganas;
porque eres ese punto para las sinceras promesas
y los nuevos días;
porque sin ti,
comenzar de nuevo sería un protocolo incompleto
y sin sentido;
es que tu escudriñas las heridas
y las haces doler y nos haces adaptar;
quien se destruye si nos destruimos
y al siguiente día susurra al oído que la vida sigue;
brindemos contigo, brindemos por ti,
que aún nos espera un largo camino.

lunes, 14 de marzo de 2016

No hace falta.



No hace falta que me nombres
para entrar entre tus labios,
o romper el silencio que traes puesto dentro;
no tienes que cometer ningún pecado
para causarte inquietudes por las noches,
ningún delito
para encerrarte en cuatro paredes de un pensamiento;
no hay que detener tus latidos
para que nuestras almas se rocen un poco,
o que tu cuerpo sea piedra angular de los días;
no tienes que lanzarte al abismo
para volar o caer de repente,
o probar que estas viva y que sientes;
si cuando a mitad de tus palabras
una sonrisa te hace efecto,
no hace falta volarme los sesos
para perder un poco la cordura.

No pretendas cerrar las puertas,
porque las cerraduras están de más
cuando si tocas tres veces  prefieres marcharte;
no tienes que salvarme de esta vida
para trascender en la historia,
o rebobinar los milagros  de tu boca;
no hace falta que usurpes el nombre de todas las flores
para sentir tu aroma de madrugada,
o vulnerar los suspiros
si te da por mezclarte en el aire;
no hay que convalecer
para saber que tu piel no está sobrevalorada por mis manos,
que la magia está en el truco de tus piernas;
si cuando de repente te antojas por mirarme,
no hace falta el resto del mundo.

martes, 8 de marzo de 2016

Discretos.



Para ser discretos,
te llamaré sólo por tu primer nombre
aunque te disguste;
seré tu cómplice entre las sombras
y entre las horas muertas;
caminaremos como los trenes
que se rozan sin tocarse;
nuestros saludos serán códigos
entre miradas y sonrisas a medias;
las mesas serán habitaciones,
testigos de nuestros pies desconocidos;
te evitaré en los sueños
y te daré secretos entre versos;
dibujaré tu cara
si al darte la espalda te muerdes los labios;
nos desconoceremos tanto
sabiendo que a solas nos conocemos hasta los pasos.

Para ser discretos,
me quedaré siempre detrás de tus pensamientos;
seremos los extraños
que estando cerca juegan a extrañarse;
cortaremos las cadenas
para ser prófugos de los deseos en público;
descifraré el código de tus caderas
resumiéndome entre terceros;
privatizare tus labios y expropiare tus besos;
nos buscaremos en el asfalto virgen
y en las esquinas desoladas;
pero si te vas y me pides ser tu amigo,
no esperes que sea discreto para abrazarte.

viernes, 4 de marzo de 2016

En horas como estas.



"No hay gimnasio capaz de entrenarme para este ejercicio de dolor,
de tratar de inventarme una vida sin vos." Carlos Salem.


En días como hoy,
cuando mis palabras son como balas que esquivas;
cuando mi pecho es un nido vacío,
sin ave y sin mierda;
cuando mi miembro sólo lo uso para mear
y mi boca para maldecir los días que no estas;
cuando la brisa es una excusa que trae tu nombre,
cual piano con una sola tecla, cual tecla para un sólo piano;
cuando el miedo se acerca si coincidimos
y nos hacemos los pendejos;
cuando no hay cigarrillo que me rompa los pulmones,
ni botella que raje el hígado
cuando en los periódicos me pierdo entre las líneas
uniendo letras que digan tu nombre
y el sudoku me sabe a fechas y el horóscopo a mierda.

En días como hoy, cuando al despertar
siento el piso temblar del frío abrazando mis cálidos pies;
cuando hasta leer el conflicto armado
me parece una historia de amor;
cuando los buses son excursiones a historias pasadas;
cuando le debo dar un pequeño empujón a mi cabeza,
cual carro viejo que no quiere seguir;
cuando mis dedos sólo sirven para fumar y hurgarme la nariz;
cuando el asfalto es la mejor cama
y las paredes el mejor abrazo.
en días como hoy, en horas como estas,
cuando me amenazas con no salir de mi cabeza,
aunque de mi vida ya te has ido, es cuando te escribo.


jueves, 3 de marzo de 2016

Quizá callaría.




“No me pidas ser tu amigo, porque hay cosas en mí,
 que este día no entiendo." Fernando Delgadillo.


Si me preguntan si eres mi amiga, quizá callaría;
y es que siempre es difícil poner los pies en la tierra
cuando los llevas lastimados;
diría que eres la llamada en el teléfono público
que nadie contesta;
que eres el globo que se me escapa de las manos,
porque volar a la deriva la seduce más;
pensaría que somos las agujas del reloj
que nunca se alcanzan;
tendría que decir que tu mirada ha mordido más labios
que todos los besos casuales;
que somos dos péndulos arrítmicos
en instantes comunes;
que soy el extraño del que temes
en una ciudad a punto de estallar.


Si me preguntan si somos amigos,
quizá bajaría las esteras de mis oídos;
y es que un amigo
no intentaría entender el código Morse de tus labios;
diría que soy el alguien más en ti,
y tú el alguien más de otro;
que soy la brisa que levanta tu falda
y sin embargo alcanzas a detenerla;
que los abrazos que me das,
es la condena que espero por el crimen de no ser tu plan;
que lo que buscas en mí,
me roba la tranquilidad intentando cambiarlo;
tendría que mentir y reclamarme
por los versos que te adeudan
y es que tú eres amiga autonombrada
y yo el loco que prefiere perderlo todo.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Entre versos.




"A veces te menciono no para atraerte, si no para dejarte ir...
Para vaciarme de ti, aunque sea un poco." Edel Juárez.

Voy a borrarte entre versos,
entre líneas y calles,
calles que ya no te esperan;
voy esfumarte entre fotos,
entre caricias ajenas y miradas escondidas;
voy a partir las fechas, a reescribir los besos,
a tallar sendas en almas rotas;
voy a deshacerme de aquellas promesas
entre novelas e historias de ficción;
voy a cortar con el protocolo de evitarte,
de buscarte para encontrarte.

Voy a borrarte entre versos,
entre besos y entre vicios,
porque entendí que en mi frente
la cicatriz no dice tu nombre;
voy a guardarte en mi billetera
como ese calendario de años pasados
que un día cualquiera rompo;
voy a desdibujarte de las esquinas
entre botellas y resacas;
voy a barrer todos los residuos de tu nombre,
hasta no saber pronunciarlo;
voy a borrarte entre versos,
para un día  de estos recordarte,
para un día de estos alejarte.

Si un día de estos.




"Mis primeros pasos fueron, y serán siempre, hacia ella." Edel Juarez.


Si un día de estos no estás,
procura despedirte antes
y darme los abrazos que te reservas;
las flores perderán su aroma
y las tardes sus colores,
la pena me embargará de por vida
y te aseguro que perderé el juicio;
no habrá dulce que consuele al niño
 ni palabra que escuche el hombre;
cada parpadeo me sabrá a nostalgia
y cada nostalgia golpeará tu nombre;
tatuaré todos los te quiero de tus labios
en los rincones de mi alma;
esconderé tus recuerdos en mis espaldas
para que el tiempo no me los robe.

Si un día de estos no estás,
tendré que buscar otro motivo
para enfrentar el piso frío cada mañana;
mis lágrimas serán como el cianuro que me asfixia
y que seca hasta el alma de mi alma;
cada pregunta será un lacerar
y cada respuesta vinagre para las heridas;
mi pecho será un enorme barranco,
trampa mortal de sonrisas;
tendré que probar lo valiente
para tomar decisiones cobardes,
y es que, si un día de estos no estás, Eveliz,
seguramente yo tampoco esté.

Puede ser.



Puede ser que me encuentre encerrado
en un pensamiento desconocido;
que te mienta en la cama, en el suelo, en la cocina
y me pierda cuando me aspiras o me inyectas.

Puede ser que me convierta en verbo
y te conjugue en primera,
segunda y en todas las personas;
o ser el lamento frió que desgarre tu piedad,
y me mires con el amor
que despierta la lástima o la bondad,
no lo sé, pero me mires.

Puede ser que tenga dos,
tres o ninguna vida para arriesgarme,
pero no quiero tomar el riesgo de saberlo;
de ser tan solo el imaginario de alguien más.
Puede ser que no sea un poeta,
pero me divierto enamorando a la muerte,
para que a la vida le sangren los labios de la envidia.

Procuro.


Procuro no verte por las espaldas,
para no vivir besando el pasado;
para no agitarme con tantas desganas de olvidar
y abrazarme con tu des-abrazo.

Procuro no nombrarte por las madrugadas
para no saborear tus labios sangrantes,
para no escucharme en este pedacito de infierno,
divagando, asfixiando, recordando.

Procuro esquivar muchas calles
para no ver las fotos regadas en cada esquina
Para fingir que tus diminutos pies nunca me rozaron
Y sin embargo a veces suelo perderme en las avenidas.

Pero si algún día te veo por las espaldas
y beso el pasado
y te nombro en las madrugadas
saboreando tus labios sangrantes
y no esquivo ni una sola calle
recolectando las fotos regadas en cada esquina,
solo así sabré que he despertado.