He vuelto al mismo lugar
atragantado de palabras,
atado a tu flacura;
enamorando botellas
y vasos con restos de tus labios;
enfermo y roto,
con el vientre avergonzando
y la cabeza anclada a los pasos.
Caminando en la ciudad
buscando en las luces de los carros
un poco de esperanza
rodeado entre la soledad de la gente.
Murmuro tu nombre en cada esquina
y el de calles que fueron cómplices,
árboles que como aves anidamos,
en los que alegamos con las manos.
Si hubiese sabido que volvería
te hubiera guardado un espacio;
pero te fuiste con esos dientes
que alguna vez me sacaron
de este mismo lugar.