jueves, 25 de agosto de 2016

Al mismo lugar.




He vuelto al mismo lugar
atragantado de palabras,
atado a tu flacura;
enamorando botellas
y vasos con restos de tus labios;
enfermo y roto,
con el vientre avergonzando
y la cabeza anclada a los pasos.
Caminando en la ciudad
buscando en las luces de los carros
un poco de esperanza
rodeado entre la soledad de la gente.
Murmuro tu nombre en cada esquina
y el de calles que fueron cómplices,
árboles que como aves anidamos,
en los que alegamos con las manos.
Si hubiese sabido que volvería
te hubiera guardado un espacio;
pero te fuiste con esos dientes
que alguna vez me sacaron
de este mismo lugar.

viernes, 27 de mayo de 2016

Entre la cerveza y tú.



Entre la cerveza y tú,
me quedo con la cerveza;
pues sus resacas son más pasajeras,
los únicos dolores que me causa, son de cabeza,
siempre la tengo en casa
y si la extraño solo debo abrir el refrigerador.
Me quedo con la cerveza
porque su frialdad no me disgusta,
porque su boca no me lastima
y siempre es la misma a todas horas;
ella no me reprocha al buscarla imprudentemente,
no espera nada de mí y me admite en mis defectos.
Me quedo con ella, pues no soy su dueño
pero es mi mejor  amante,
siempre sabe dónde encontrar mis sonrisas perdidas
y nunca me cela al embriagarme con otra;
mi puta fiel, mi sombra en el asfalto,
ella me conoce más que tú y  claudica más que nadie.
Entre la cerveza y tú
me quedo con la cerveza,
porque a ella si la prefiero seca y amarga
porque siempre la tengo al alcance de mi mano;
pero si no me dan a elegir
mil veces me quedo contigo.

lunes, 25 de abril de 2016

Espero sobrevivir.



Quiero quedar atrapado una vez más
en el acantilado de tu sonrisa;
que me mires, te mire
y el resto del mundo esté de más,
es que mientras sueñas como volar,
yo trato de reinventar el cielo
para no perderte de vista;
que la forma en que te observo
no es más que las ganas de escribirte historias
en cada centímetro de tu piel;
si con cada mueca
traes contigo unos labios
que sangran al verse sin los tuyos;
pido quedar atrapado y aprisionado
entre tus piernas cansadas y pies lastimados;
que la miel en mi pecho
cure el sin sabor de tus horas malgastadas.

Quiero borrar tus pasos,
para que volver atrás no esté nunca a tu alcance;
probar cada mentira contra todo pretexto
y desmentirme si de repente me alcanza tu abrazo;
que los suspiros que malgastas
son las deudas que trato de pagarte con versos;
si desnudo cada palabra
y degusto cada una de tus pausas
buscando susurros que me nombren;
que espero sobrevivir de este naufragio
en el mar de tu espera
mientras cuento las olas que corto y esquivo;
porque quiero romper el vacío
entre tu cuerpo y el mío,
dejar de ser las manos extrañas
que arriban tu piel.

martes, 5 de abril de 2016

Te echo de menos.



"Te echo de menos
cuando de lejos avisto nuestros rincones." Edgar Oceransky.

Te echo de menos
aún a dos centímetros de tu boca;
porque tenerte cerca no es suficiente
si debajo de la piel tu ausencia protesta;
cuando al marcharte
tu espalda me grita razones
para atraparte otra vez,
sin saber si luego te irás un poco más;
te echo de menos
en medio de todas las razones que desmientes
para dejarte ir y para negarte mis necesidades;
porque todavía no he aprendido a
concebir los días sin que tu voz me salve
de las malas premoniciones al final de cada hora;
y es que esto de extrañarte
lo llevo en mis bolsillos.

Te echo de menos al apretar mis manos
y sentirlas tan solas
y al  hallarse ellas tan incompletas;
si el mayor miedo cuando tus piernas aparecen
es la duda de saber si volverán;
te echo de menos en el café de la mañana,
en el receso de mitad del día,
en mi caminata nocturna,
en cada silencio en el que no estás;
sin embargo
los adioses a lo lejos no son preocupación,
porque no he dejado de perderme
en la forma en que tus caderas se despiden;
y es que esto de extrañarte
está siempre al alcance de mi mano.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Licor.


"Es como matarte a ti mismo
y después renacer." Charles Bukowski.


El licor, el veneno de las segundas oportunidades,
el medicamento con más efectos secundarios,
ese amigo que no me reprocha en las miles de desdichas,
quien me ayuda en mis batallas
y en las guerras que pierdo.
A ti, quien me obliga a conocerme
y  a perderme un poco más,
ese perro faldero
que se mea mis pies marcando territorio;
ese viejo cuaderno
con más historias que poesías,
esa bella chica
que me enseña sus piernas sin pedirme que la escuche;
tú me recuerdas  que estoy vivo
cuando los miedos quieren volarme los sesos.


El licor, la manta que me calienta
cuando el frío recuerdo me congela las ganas;
porque eres ese punto para las sinceras promesas
y los nuevos días;
porque sin ti,
comenzar de nuevo sería un protocolo incompleto
y sin sentido;
es que tu escudriñas las heridas
y las haces doler y nos haces adaptar;
quien se destruye si nos destruimos
y al siguiente día susurra al oído que la vida sigue;
brindemos contigo, brindemos por ti,
que aún nos espera un largo camino.

lunes, 14 de marzo de 2016

No hace falta.



No hace falta que me nombres
para entrar entre tus labios,
o romper el silencio que traes puesto dentro;
no tienes que cometer ningún pecado
para causarte inquietudes por las noches,
ningún delito
para encerrarte en cuatro paredes de un pensamiento;
no hay que detener tus latidos
para que nuestras almas se rocen un poco,
o que tu cuerpo sea piedra angular de los días;
no tienes que lanzarte al abismo
para volar o caer de repente,
o probar que estas viva y que sientes;
si cuando a mitad de tus palabras
una sonrisa te hace efecto,
no hace falta volarme los sesos
para perder un poco la cordura.

No pretendas cerrar las puertas,
porque las cerraduras están de más
cuando si tocas tres veces  prefieres marcharte;
no tienes que salvarme de esta vida
para trascender en la historia,
o rebobinar los milagros  de tu boca;
no hace falta que usurpes el nombre de todas las flores
para sentir tu aroma de madrugada,
o vulnerar los suspiros
si te da por mezclarte en el aire;
no hay que convalecer
para saber que tu piel no está sobrevalorada por mis manos,
que la magia está en el truco de tus piernas;
si cuando de repente te antojas por mirarme,
no hace falta el resto del mundo.

martes, 8 de marzo de 2016

Discretos.



Para ser discretos,
te llamaré sólo por tu primer nombre
aunque te disguste;
seré tu cómplice entre las sombras
y entre las horas muertas;
caminaremos como los trenes
que se rozan sin tocarse;
nuestros saludos serán códigos
entre miradas y sonrisas a medias;
las mesas serán habitaciones,
testigos de nuestros pies desconocidos;
te evitaré en los sueños
y te daré secretos entre versos;
dibujaré tu cara
si al darte la espalda te muerdes los labios;
nos desconoceremos tanto
sabiendo que a solas nos conocemos hasta los pasos.

Para ser discretos,
me quedaré siempre detrás de tus pensamientos;
seremos los extraños
que estando cerca juegan a extrañarse;
cortaremos las cadenas
para ser prófugos de los deseos en público;
descifraré el código de tus caderas
resumiéndome entre terceros;
privatizare tus labios y expropiare tus besos;
nos buscaremos en el asfalto virgen
y en las esquinas desoladas;
pero si te vas y me pides ser tu amigo,
no esperes que sea discreto para abrazarte.